“Quién siembra vientos recoge tempestades”, por Cristina Miguel De La Rosa
Hace aproximadamente 9 años yo era junior de segundo año y en mi club había una estructura de cantera culminada por un equipo en Liga Femenina 2, equipo con el que yo entrenaba y subía a jugar desde que era cadete. Para mí, mi segunda familia, yo era entrenadora ayudante de los equipos que podía, llevaba un equipo iniciación, jugaba en mi equipo, entrenaba y jugaba con el Liga Femenina dos, me pasaba en el pabellón más horas que el operario de mantenimiento. Pero yo era tan feliz, tan tan tan feliz.
Creo que esa sensación que recuerdo es de las más bonitas que he sentido en mi vida, pertenecer a un club, defender un escudo, unos colores, tener un sentimiento de equipo con compañeras de toda la vida, es algo… que no puede explicarse con palabras. En mi último año de junior me pasó algo sumamente triste y es que un club, quiso llevarse a las mejores jugadoras de cada lado para crear un equipo que ganara la liga, ir a campeonatos e incluso que jugadoras estuvieran con un liga femenina 1, cosa que yo nunca vi. La liga junior de Ibiza la formábamos 3 equipos, os podéis imaginar tras hacer este equipo como quedó la competición.
No tengo que hacer mucha memoria para recordar que no ganamos un solo partido en la temporada, pero fue sin duda el mejor año para mí, luchamos como nunca a pesar de los resultados, fuimos de viaje y nos lo pasamos… en grande, y casi en Madrid ganamos nuestro primer partido, para nosotras una celebración enorme. Hoy 9 años después puedo decir que se que no me equivoqué quedándome en mi club, con mis compañeras, vistiendo mis colores, y luchando partido tras partido representando al club que me formó y que me hizo crecer como jugadora y como persona. Pocas veces he dicho esto, pero hoy digo que estoy orgullosa de la decisión que tomé. Mis padres jamás tuvieron que preguntarme, ya que no era la primera vez que otro club quería que me fuera para allí, jamás me tuvieron que decir que no fuera, NUNCA pensé vestir otro color que no fuera el verde.
Además, si hoy lo pienso recuerdo lo mal que lo pasó mi madre pensando que año más difícil me esperaba, pero luego se que lo disfrutó tanto como yo. Creo que nunca dude ya que en mi casa tuve un ejemplo como el de mi padre, entrenador de fútbol y que sin él saberlo me estaba dando la mejor lección de mi vida y es que se dejó todo por un club y un equipo de jugadores que formó desde que eran niños hasta que fueron hombres, aunque no de todos recibió lo que él les dio hoy en día me emociona ver como cuando nos encontramos alguno de estos jugadores por la calle se les cae la baba recordando a mi padre de entrenador y a ese gran equipo que tuvieron durante muchos años. Ojalá algún día yo sea como mi padre.
Dicho esto… 9 años más tarde me encuentro con una situación igual, pero yo desde otra posición, no escribo representando a ningún club ya que este es mi blog personal, y no escribo como directora técnica, hoy escribo como amante del baloncesto, y amante de la formación.
¿Es real la situación actual del baloncesto formativo? Sacar un club a costa del trabajo de otros me parece de las peores cosas que existen, tener más de la mitad del equipo procedentes de un solo club, prometer cosas que aún son imposibles… ¿Qué enseñamos a jugadoras de formación que ya han vestido hasta 4 camisetas diferentes? De verdad nadie puede parar y pensar lo que esta ocurriendo, ¿Cómo quedan las niñas que tienen que separarse de sus compañeras, que pierden su equipo de 7 temporadas por la codicia de unos pocos? Que triste cargarse la competición de esta manera.
Pero hoy mi mensaje va para todas las valientes que se quedan como hice yo hace nueve años, para asegurarles que van a disfrutar y seguir adelante, pero, ante todo, ellas ya han aprendido la mejor lección que el baloncesto nos regala… EL SENTIMIENTO DE EQUIPO, DE CLUB Y DE FIDELIDAD CON TUS COLORES. Para mí los valores más importantes que puedo enseñar. Que nadie les haga dudar nunca que ellas son las que van a salir ganando, y si no lo ven ahora, lo verán dentro de 9 años. Que bonito sería tener en Sevilla un equipo referente en la máxima categoría sin que tuvieran que cargarse el resto de los clubes de Sevilla para ello.
Esto va por todas las valientes que se atrevieron a ser diferentes.
Cristina Miguel de la Rosa
Directora Técnica del Club Náutico de Sevilla
Directora del blog Del Balón a la Pizarra