“Lo importante no es ser el mejor entrenador sino ser mejor cada día”, por Eduardo Burgos
Cada persona tiene su carácter, actúa y se comporta de una forma peculiar, tiene una manera de ser que se manifiesta por una serie de rasgos y cualidades que configuran su personalidad, su carisma y su saber estar.
Lo mismo sucede con los entrenadores de baloncesto, esa personalidad, ese carisma, esa forma de afrontar las situaciones y abordar los problemas que se dan con su equipo en entrenamientos y partidos, son los que determinan su papel como entrenador y lo que diferencia a unos entrenadores de otros.
Lo mismo que en la vida en sociedad vamos evolucionando y pasamos por diferentes etapas psicológicas, en la vida del entrenador también se pasa por diferentes etapas, a mi me ha pasado y creo que también a todos.
Al principio casi sin querer se le da mas importancia al hecho de ganar que a otra cosa,porque pensamos que eso va suponer que seamos mejores entrenadores y que la gente nos va a calificar por el clásico “tanto ganas tanto vales”.
Sabemos cuatro cosillas y nos creemos que hemos descubierto el baloncesto, le damos demasiada importancia a los aspectos tácticos y estratégicos principalmente en ataque aunque también en defensa (quizás esto un poco menos). Nos encantan las jugaditas y buscamos ejemplos de ellas por todos lados, no nos damos cuenta que para enseñar un sistema nos tiramos, demasiadas horas y días que quizás dedicando el mismo tiempo a la técnica individual y la táctica individual avanzaríamos mas y posiblemente construiríamos mejores jugadores/as al menos en el aspecto creativo y de toma de decisiones.
Si por casualidad cae en nuestras manos un “mirlo”, el clásico “jugador estrella”, o el típico jugador mas fuerte y gigante que avasalla en su categoría pero que con el paso del tiempo no evoluciona y progresa adecuadamente, porque hemos quizás buscado lo mas fácil que es darle el balón a él y que resuelva y no nos damos cuenta que el concepto EQUIPO es lo mas importante porque el baloncesto es un deporte de equipo y no individual.
Cuando como entrenadores asimilamos esto hemos dado un gran paso en nuestro crecimiento y evolución,cuando nos importa mas el crecimiento individual del jugador y su integración como jugador de equipo que ganar partidos hemos dado todavía un paso mas, empezamos a dar un gran salto como entrenadores.
Otra cuestión importante y que supone un gran avance como entrenadores es reunirnos con otros entrenadores, bien sea con entrenadores amigos o del mismo club o bien sea por asistir a Clinics, Campus y Cursos, en dichas situaciones te das cuenta que se aprende mucho de todos y además si coincides con alguno a los que te has enfrentado tomas conciencia de que tienen las mismas preocupaciones e inquietudes que tu, empiezas a verlos como compañeros de profesión y no solo como rivales, de hecho muchos de mis grandes amigos actuales del baloncesto han sido previamente grandes rivales.
A medida que entrenas mas, te actualizas y reciclas mas, hablas con unos y con otros, buscas información en internet hoy día hay artículos y vídeos técnico-tácticos para aburrirnos, asistes a charlas, incluso impartes tu la mismas, mas te das cuenta que cuanto mas sabes mas te das cuenta de lo poco que sabes, porque la formación es permanente y se aprende durante toda la vida del entrenador por muy famoso o por mucho éxito que tengas. Si además tomas conciencia de que puedes aprender de todos, compañeros, jugadores, revistas especializadas, tertulias con otros entrenadores, etc, sigues avanzando pasos.
Cuando tomamos conciencia de todos estos aspectos, eres humilde, no vas de sobrado, no te crees en la posesión de la verdad y que tus opiniones no son ex-cátedra, verdaderamente estamos creciendo enormemente y comenzamos a ser no los mejores sino buenos entrenadores, sinceramente pasé por una fase en que mi obsesión era ser el mejor, con el paso del tiempo me di cuenta que soy uno mas, pero lucho cada día a pesar de mi edad por ser un buen entrenador.