“La pretemporada del entrenador”, por Xavi García
Empiezan la mayoría de pretemporadas estos días. Durante el verano, cada vez más, los entrenadores tenemos el hábito de formarnos. De manera formal con cursos, y también de manera informal, viendo partidos, hablando con otros compañeros, llenándonos de experiencias en los campus y entrenamientos de verano, viendo vídeos, etc… Llegamos al inicio inspirados con muchas cosas que hacer con el equipo. Luego empieza la pretemporada y habitualmente tenemos la idea de que es un periodo donde hay que sentar todas las bases, lo cual es cierto, en parte. Para mí cada vez hay menos diferenciación entre la pretemporada y la temporada. Tanto a nivel de contenidos, como de energía. La temporada es un proceso de permanente oportunidad para el aprendizaje, Hay tres alertas y sus retos de liderazgo que debemos tener en cuenta para enfocar el año con el equilibrio y la coherencia que nos permitan aprovechar esas oportunidades.
1) El volumen. La cantidad de cosas que queremos conseguir. Habitualmente todo lo que hemos imaginado sobre el papel se convierte en algo mucho más complicado de conseguir. Por mil razones que van sucediendo.
2) El tiempo. Los entrenos pasan, las semanas, los partidos. Normalmente los tiempos en los que pasan las cosas, escapan del control o de la planificación.
3) Las prioridades. Si todo es importante, nada es importante. Nos podemos perder si no las tenemos muy claras. Es una pregunta que debemos dedicar tiempo a contestar con calma
Desde mi punto de vista estos son los tres retos más importantes. Para cada uno hay un reto de desarrollo del liderazgo que me gutaría plantearos.
1) La escucha. Escuchar dónde está cada uno de los jugadores, y dónde está el equipo en cada momento, me ayudará a seleccionar, más allá de lo planificado, que es es lo eficiente, lo útil, lo posible, lo adecuado en cada momento. Escuchar significa observar, mirar, preguntar… en definitiva recibir información, no solamente estar pensando en enviar información.
“Escucha aún a los pequeños, porque nada es despreciable en ellos” (Séneca)
2) La paciencia. A veces, repetir algo, simplificar tareas o exigencias en momentos determinados, ayuda a que las cosas acaben pasando, aunque no sea en el momento idealizado por nosotros. Esto nos ayudará a no rendirnos, a no rebajar lo que esperamos de ellos. Hacer las cosas un poco más tarde, con un proceso más adecuado a la realidad que me encuentro, también es conseguir las cosas.
“La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.” Proverbio Persa
3) La claridad. Herramienta cada vez más imprescindible en la comunicación con el equipo. Tengo que conseguir que entiendan y acepten lo que es realmente importante, y su por qué. Y ser claro es decir lo que hay, cuando pasa. No evitar conversaciones complicadas o convertirlas solo en gritos o expresiones de desaprobación.
“La claridad es amable” (Brené Brown)
Escucha, paciencia y claridad son actitudes que, si las trabajamos, nos dan un liderazgo inteligente, consciente y sostenible en el tiempo. No es necesario conseguir todo en la pretemporada, para mí el objetivo del entrenador para la pretemporada, es desarrollar estos tres hábitos o herramientas o actitudes, que me van a permitir trabajar todo el año con claridad y coherencia.
Entrenador Superior de Baloncesto
Especialista en Coaching Deportivo
Colaborador de Entrenandobasket