“Extraordinario”, por Francesc Canals
Al baloncesto como en otros ámbitos de la vida, se juega principalmente con la mente, especialmente cuando queremos llegar a algo extraordinario.
La transición de lo ordinario a lo extraordinario no es fácil. En primer lugar, deberíamos saber con certeza a dónde queremos ir y por qué.
La calidad del trabajo diario que realizamos es el que nos llevará a conseguir realizar cosas extraordinarias, dentro de las capacidades de cada individuo.
Los trabajos extras determinarán aquel punto diferencial que hay de lo ordinario a lo extraordinario, saber qué es el esfuerzo y el sacrificio extra.
Los jugadores que saben sacrificar su tiempo, la comodidad, su vida social y el ocio, son los que pueden llegar a lo extraordinario.
Evidentemente, no todas la personas tienen la capacidad de dar un poco más, y por lo tanto, estar buscando la mejora continua.
El jugador tendrá la posibilidad de llegar a lo extraordinario, cuando escoja siempre que pueda la incomodidad.
La incomodidad te hace más grande frente a la comodidad que te hace más pequeño.
Llegar a la zona de crecimiento nos puede llevar a la zona de alto rendimiento, muy poca gente tiene la capacidad de permanecer tiempo en ella, solo algunos.
La transición de lo ordinario a lo extraordinario, no es fácil: ¿ A dónde quiero llegar ?.
“Todo esto lleva a (…) la extraña actitud y sensación de no estar aún en la vida real. El individuo hace esto o aquello, provisionalmente, pero ya se trate de un trabajo o relación, sigue sin ser lo que realmente deseaba y siempre alberga la fantasía de que en algún momento del futuro llegará lo bueno”.
Francesc Canals
Entrenador Superior
Director de I am Winners