“¿Cuál es el objetivo?”, por Francesc Canals
Hará unos días hablaba con un entrenador sobre: cuál debe ser el objetivo en el trabajo con las jugadoras.
Nombramos unos cuantos pero incidimos en el objetivo, de que la jugadora aprenda divirtiéndose, con toda la complejidad que lleva preparar un plan de entrenamientos basado en dicho objetivo.
Para que una persona llegue a divertirse realizando su trabajo, es necesario que llegue a dominarlo, y por tanto, con una jugadora es exactamente igual.
Creo que el aprendizaje y la comprensión del trabajo que se realiza, ocurre cuando reconoce algo, cuando el entrenador le da nueva información, que se debe sostener sobre algo que ella ya sabe, porque es muy difícil aprender algo que le resulta completamente extraño a su cerebro.
Debemos construir una buena base para ir construyendo su formación, es necesario fomentar un entorno en el que el aprendizaje, la innovación en el método y la toma de conciencia sucedan de forma simultania con el objetivo.
¿Cuál debe ser el objetivo ?, estaría bien hacernos estas preguntas:
– ¿Qué queremos que la jugadora aprenda?
– ¿Qué queremos que la jugadora sienta?
– ¿Qué queremos que la jugadora haga?
– ¿Qué queremos que la jugadora recuerde?
Personalmente, lo que realmente me llena del trabajo que pueda hacer con un equipo, es cuando al cabo del tiempo hablas con alguna jugadora después de haberlas entrenado y digan que aprendieron y divertieron entrenando y jugando.
En el proceso formativo, debemos ser selectivos con la información que transmitimos, en todas las áreas.En los gestos técnico/tácticos individuales nos gusta decir que tengan «flow», por tanto, los sentimientos y las emociones tienen un papel muy importante en el razonamiento y el pensamiento de la jugadora, sentimos luego aprendemos.
Las jugadoras necesitan ver los pequeños pasos y las decisiones que deben hacer sean factibles, cosas que puedan hacer mañana o pasado, y que tengan en cuenta su realidad y los recursos de que disponen.
No podemos esperar que una jugadora recuerde todos los detalles, pero si aquellos que son realmente claves en su desarrollo.Puede ser un gesto que se repite, una sensación o emoción que reforzamos o un gesto que resalta.
Para que la jugadora llegue a divertirse, hay que darle el apoyo que necesita, y confiarle su ejecución, partiendo de lo que realmente es esencial: la simplicidad.Sino domina lo simple cómo queremos que llegue a dominar lo complejo, puede llevarle a la frustación, y a no divertirse.
No es el hecho de que demos muchas herramientas lo que marca el progreso de la jugadora, sino pocas y que aprenda cómo y cuándo utilizarlas.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
Francesc Canals
Entrenador Superior
Director de I am Winners