Archivos Mensualesdiciembre 2019
Finaliza un año en el que he vivido una situación deportiva nueva: un cese. Como me dijo un profesor cubano hace unos cuantos años: “a veces, lo que sucede conviene”. Fue una situación que respeté pero que deportivamente no entendí, pero se dio, y tocaba asumirlo.
Una de las cosas de las que me siento más contento conmigo mismo, es hacer lo que creo correcto en todo momento, los entrenadores sabemos que muchos problemas pueden ser resueltos sin sacrificar ni comprometer nuestros principios.
Entrenar es una profesión que está sometida a cambios constantes.Los jugadores vienen y se van, las motivaciones son variables, las reglas cambian, las opiniones del entorno también sufre modificaciones.
Hablando con un conocido, me comentaba que ya no era tan rígido y estricto en algunas situaciones, mi respuesta, era que tenemos que aprender a ser flexibles y tener la mente abierta al cambio, no significa que rechazemos los valores en los que creemos, es decir, los puntos más esenciales de nuestro carácter: veracidad, honestidad, respeto, lealtad, trabajar, compromiso, paciencia, seriedad, coherencia, humildad y franqueza.Estos rasgos son cualidades sobre las que a nosotros nos gustaría que tuviera todo el mundo, pero evidentemente, es utópico.Entender la flexibilidad como una gran herramienta para evitar confrontaciones directas, cuando alguien nos desafía con acusaciones o palabras fuera de tono; ser más flexible sobre temas que no afectan a nuestras convicciones profundas.
Va bien sentarse tranquilamente y reflexionar sobre todos los valores nombrados anteriormente u otros que no he mencionado.Sólo conociendo cuáles son nuestros valores esenciales podemos actuar de forma adecuada.
Para progresar como entrenador es preciso ser uno mismo, y nunca transijir en aquello en lo que creemos.Debemos hacer lo que uno siente que es lo correcto, que no quiere decir que sea la verdad absoluta, pero son nuestros principios y valores.
“Hay mucha presión en torno al entrenador. Es fácil distraerse y salirse de la ruta cuando se le juzga por los resultados conseguidos. Requiere fuerza de carácter e integridad mantenerse concentrado en su propósito. Como entrenador, no está usted desarrollando sólo deportistas para la temporada, ni siquiera para toda su carrera, sino que también está desarrollando personas para el futuro. Se trata realmente de enseñanza”. Jerry Lynch.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
Francesc Canals
Entrenador Superior
Director de I am Winners
Hoy facilitamos un vídeo sobre ejercicios de prevención y fortalecimiento de tobillos, elaborado por Carlos Gracia, director de Efficient Training y que también colaboró con un artículo en el número 18 de nuestra revista.
https://www.youtube.com/watch?v=d0vJZ1-mNVs
Érase una vez un niño pequeño que todas las tardes veía jugar a unos chicos a baloncesto en el parque de su ciudad, siempre que pasaba por allí se quedaba mirando embelesado como jugaban los chicos y le parecía mágico como metían la pelota con la que jugaban en las canastas colocadas, que por cierto le parecían altísimas.
El niño que normalmente iba acompañado por su padre al parque, le dijo que quería aprender a jugar a baloncesto. Su padre no era demasiado deportista, pero si tenía interés en que su hijo lo fuera, el padre pensó que lo mejor que podían hacer era pedirle consejo al jugador que más fama tenía de entre los que jugaban en el parque, pero quiso su hijo tomara protagonismo y fuera el que le hiciese las preguntas al entre comillas jugador estrella del parque del barrio.
El niño con toda la inocencia del mundo le preguntó, ¿qué debo hacer para aprender a jugar al baloncesto tan bien como tú? y el jugador le contestó, lo primero que debes hacer es aprender a tirar, pasar y botar.
El niño que estaba en la típica etapa del “por qué”, le preguntó que esas tres cosas para que le servirían y la respuesta del jugador fue, “mira chaval el secreto de este deporte es meter más canastas que el contrario, así que si tiras muchas veces y mejoras tu puntería además de divertirte posiblemente en el futuro ganarás muchos partidos“. ¡Ah qué bien! contestó el pequeño. Pero ¿y botar para que me servirá?, el jugador estrella ufano por lo importante que se sentía acaparando la atención del niño, le dijo: “El campo es muy grande y botando puedes avanzar y además si un rival se pone delante lo podrás esquivar si consigues aprender a botar y cambiar de dirección cuando botes”, ¡estupendo practicaré el bote con mi padre y mis amigos! Pero por favor lo último que me dijiste que era pasar, ¿para qué me servirá?, y el jugador le contestó, me acabas de decir que irás a practicar el bote con tus amigos ¿no?, pues ahí encontrarás la respuesta “porque este es un deporte de equipo y hay que compartir el balón con tus compañeros y para ello hay que pasarles el balón, además si os pasáis el balón llegaréis antes a la canasta contraria que si sólo vais botando“. ¡Muchas gracias!, creo que con tus consejos ya podré jugar al baloncesto con mis amigos.
Pasó un tiempo y este niño intentó practicar el tiro, el pase y el bote con sus amigos, su padre a pesar de su ignorancia deportiva se compró un manual de baloncesto e intentaba cada tarde ayudar y enseñar a unos cuantos niños de la edad de su hijo en el parque y cuando podía les organizaba partidos contra otros niños de su edad. Pero no conseguían ganar casi nunca y le costaba organizar que se colocaran en el campo de una forma lógica, iban todos detrás del balón, había mucha aglomeración y el notaba que algo faltaba, pero no sabía muy bien qué, así que decidió consultar con un amigo suyo que estaba jubilado pero que había sido entrenador en colegios y clubes federados.
¿Qué tengo que hacer para que mis chavales se organicen y sepan colocarse en el campo? Y el viejo pero sabio entrenador le contestó: “Lo primero es ocupar bien los espacios del campo, estar abiertos y no estar pegados unos a otros, y además que sepan moverse sin balón (no sólo botando, pasando y tirando)” y ¿cómo puedo conseguir eso? , hay que enseñarlos a que observen a su defensor y los huecos que hay entre los defensores, pero “como primera medida te propongo que cada vez que un jugador pase a un compañero se cruce al lado contrario y al mismo tiempo que un compañero le reemplace y ocupe el espacio que deja libre cuando se inicia el cruce, eso se llama pasar, cortar y reemplazar”. Practicarlo un tiempo y ya me cuentas.
El padre-entrenador al que cada vez le entusiasmaba más el juego, no cesó de entrenar los consejos del viejo entrenador y empezaba a estar cada vez mas contento porque los niños se apelotonaban menos y daban una sensación muy distinta. Sin embargo, aunque habían mejorado aún no conseguían ganar a casi nadie y le daba vueltas a la cabeza de qué cosas les faltaban para dar ese paso adelante que se necesitaba. Además, les metían demasiadas canastas y les costaba tener el balón en su poder, así que comenzó a obsesionarse de cómo lograr hacer eso, es decir tener más veces el balón en su poder que el rival.
Como era muy observador se fijaba mucho en los rivales y también en cada partido que veía en la televisión y se dio cuenta que se hacía mucho énfasis en la palabra defensa, se dio cuenta que había dedicado casi todo el tiempo a que los niños se colocaran y atacaran mejor pero muy poco a que defendieran y decidió consultar de nuevo con el viejo entrenador para que le orientase al respecto.
¿Profe que puedo hacer para tener más veces el balón en nuestro poder y defender mejor? Al viejo profesor le gustó mucho esta pregunta porque era un fanático de la defensa y su respuesta fue: “Hay tres maneras fundamentales para que tengáis más posesiones que el rival, la primera es coger los rebotes cuando tiren y fallen (practicar cerrar el rebote), la segunda es robar balones (practicar mucho 1c1 con balón y la tercera es provocar errores de pase al rival (defender de forma anticipada al posible receptor del balón y cuando corten a canasta)”.
Dicho y hecho, los chavales trabajaron cada tarde en el parque siguiendo los consejos del viejo profesor y la mejoría se hizo palpable empezaron a ganar partidos a los niños de su edad y la mejoría cada vez iba en aumento. Ya parecían un equipo de baloncesto y disfrutaban de lo lindo jugando.
Pero el niño protagonista de nuestra historia que era muy inconformista y siempre tenía ganas de aprender nuevas cosas, un día le preguntó al padre ¿papá que es un bloqueo? El padre se sintió un poco atrapado y medio en fuera de juego, pero se fijó durante varias semanas en los partidos de televisión y se dio cuenta de que los jugadores atacantes se interponían en el camino de un defensor distinto al suyo y dejaban libre a un atacante, pero no terminaba de cogerle la onda a aquello, pero su confidente “el viejo profesor” siempre estaba allí y de nuevo le volvió a echar una mano. “Mira lo que has observado se llama bloqueo, pero enseña a tus jugadores que se puede hacer al jugador que lleva el balón (se llama bloqueo directo) o al jugador que no lleva balón (se llama bloqueo indirecto)” y la mejor manera de entrenarlo es que enseñes a tus chicos el concepto de “tras pasar ir a bloquear”.
La historia continuó en el parque y al cabo de los años, metiendo otras curiosidades y conceptos hasta que nuestro padre fue entrenador destacado, ese grupo de niños creció y progresó y nuestro niño se convirtió en un adolescente, más tarde llegó a senior y era la nueva estrella del parque, un día un niño pequeño se le acercó y le preguntó, ¿Qué tengo que hacer para jugar igual de bien que tú a baloncesto?
Eduardo Burgos
Entrenador Superior de Baloncesto
Director del Blog de baloncesto Viveelbasket
El juego va cambiando, que a veces, no se corresponde con evolución. Por tanto, la enseñanza en el aprendizaje de las habilidades técnicas, tácticas, físicas y cognitivas también requieren de cambiar para evolucionar en el desarrollo de los jugadores.
Antes el profesor del colegio se dedicaba a dar la lección y hacer el correspondiente examen, se fue cambiando hacia que el profesor daba información sobre la lección y los alumnos tomaban apuntes, y ahora se está llegando a un método de equilibrio, donde se dan instrucciones didácticas y trabajar sobre el descubrimiento.
Estos cambios tienen su incidencia en el trabajo que desarrollamos los entrenadores con los jugadores, hablamos muchas veces de que los jóvenes de hoy en día, son diferentes pero hay entrenadores que continúan aplicando métodos un poco arcaicos.
Tenemos que enseñar a que los jugadores aprendan las bases del juego, del gesto técnico y el porqué para utilizarlo.El aspecto mental hoy en día, es más determinante que nunca, debido a la manera de hacer de los jóvenes/jugadores.
Creemos que con la adquisición de nuevos ejercicios y conceptos ganaremos ventaja sobre el resto de entrenadores, pero hay un detalle importante: la selección. Debemos seleccionar los conocimientos que se adequan a las necesidades de nuestros jugadores, el planteamiento no será sobre si el ejercicio es bueno, sino si es esencial para el desarrollo del jugador.
Los jugadores necesitan trabajar más movilidad, mejores habilidades para pasar y recibir, y tirar desde fuera con más precisión.
Las lecciones ( entrenamientos) tienen que ser divertidas, porque el baloncesto es un juego divertido; los jugadores tendrán un mayor motivación con el consiguiente aumento de la atención y estarán preparados para superar el examen.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
Francesc Canals
Entrenador Superior
Director de I am Winners
Este ejercicio de cuatro contra cuatro continuo a todo el campo, se realizará con el objetivo de jugar una transición ofensiva con reemplazos en diagonal de los pívots y a partir de ello encadenar un pick and roll central seguido de un bloqueo ciego vertical, con la aplicación fundamental del concepto “el pivot que bloquea es bloqueado”.
Diagrama nº1 (La transición) y diagrama nº2 (BD+continuación apoyada en bloqueo ciego)
En el primer gráfico observamos la llegada de los cuatro hombres al ataque, el jugador nº1 se desplaza botando a una de las bandas, el nº4 llega y ocupa poste bajo cortando desde el lado contrario al balón, el nº2 llega corriendo por banda y el jugador nº 3 de trailer por el centro.
El jugador nº1 pasa el balón al nº3 y este invierte el pase al lado contrario. En ese momento se produce una rotación y reemplazo de pívots en diagonal, el jugador nº3 corta al poste bajo de cara al balón y el nº4 le reemplaza en poste alto.
El movimiento continua como se aprecia en el segundo gráfico, el jugador nº2 juega un bloqueo directo con el nº4 y este a su vez recibe un bloqueo ciego del jugador nº3, al mismo timpo el jugador nº1 se hunde a la esquina.
De rojo se ven todas las opciones possibles de finalización, tiro del nº2, pase al nº4 bajo aro o en alley-oop, pasa al jugador nº1 para tiro esquinado, pase interior del nº1 al nº4 en poste bajo, etc.
Trrs finalizar el ataque salen haciendo lo mismo hasta la canasta contraria los cuatro defensores que se convierten en atacantes, donde les espera otro cuarteto para defender y así consecutivamente hasta el tiempo que cada entrenador considere.
Eduardo Burgos
Entrenador Superior de Baloncesto
Director del Blog de baloncesto Viveelbasket
Una de las cosas que he ido aprendiendo durante el tiempo, es que es posible tomar algunas decisiones que en su momento podían convertirse en positivas o llegar a ser negativas, pero que se tenían que tomar.
Los entrenadores si queremos mejorar debemos dedicar más horas, ir más allá y hacer lo que los demás no están dispuestos a hacer, a partir de esta premisa, esto será lo que transmitiremos a nuestros jugadores y entorno.Hay entrenadores que hablan sobre lo que harían sobre cuestiones técnicas, tácticas y de gestión de grupo, pero después las decisiones que toman, no se corresponden con lo que dicen.
Son nuestras decisiones las que muestran quienes somos realmente, mucho más que nuestras habilidades técnicas, tácticas y comunicativas.Es muy fácil hablarle a un jugador de que confías en él, pero después: ¿ juega o no juega ?,¿ trabajas para que él mejore o trabajas para ti ?.
Muchos de los que dicen que harían, son de los que trabajan para ellos, pero es su decisión, personalmente no la comparto; y quién se los cree, también están en el mismo saco.
Si queremos mejorar nuestra manera de hacer y ayudar a mejorar a las personas que tenemos a nuestro alrededor, debemos realizar algunos cambios, los cuales, se conseguirán tomando decisiones y dejando el statu quo.
Porque cuando cambias lo que crees que es posible, cambias lo que puede llegar a ser posible.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
Francesc Canals
Entrenador Superior
Director de I am Winners
Nº1. Jugador sin balón juega para recibir de los cuatro apoyos, después de recibir el balón lo volvemos a pasar al apoyo. Cuando recibe el ultimo balón juega 1c1 a un solo tiro. El atacante decide libremente a que apoyo pedir el balón (tiene que recibir de los cuatro apoyos).
Nº2. 1c1 con apoyo, el apoyo tiene que pisar la línea de tiros libres e ir hacia un lateral del campo, el atacante con balón tiene que pasarlo al apoyo después de pisar la línea de medio campo para poder finalizar.
Toni Becerra
Director del portal www.ejerciciosbaloncesto.com
La principal dificultad está en meter el balón en el campo de ataque, para ello el base debe subir el balón por un lateral sacando al defensor contrario de su posición central, 2 penetra y retrocede para recibir mejor, cuando el defensor inicia el salto pasa al alero de su lado, quién está pendiente de la doble subida en flash primero del cinco y luego del 4 para que al pívot defensor le resulte difícil defender por delante.
Simplemente con esta maniobra, estaremos rompiendo el posible 2c1 en el centro del campo y al mismo tiempo estaremos hincando el diente desde el inicio a este tipo de defensa. Por el otro lado sería igual pero simétrico.
Puede ocurrir que salvemos la presión y el rival siga defendiendo en zona 1-3-1, en ese caso aplicaremos las normas básicas para atacar una zona de este tipo, siempre con un número par de atacantes arriba (dividimos y obligamos al hombre punta de la defensa a tener que estar pendiente de dos jugadores), un pívot en poste alto (formación 2-1-2) o bajo (formación 2-3), y dos jugadores abiertos en las esquinas.
Es importante que estos dos jugadores se coloquen dividiendo sin balón (es decir entre dos defensores), buscaremos las diagonales y las espaldas de los defensores y atacarmos la defensa con el llamado “efecto acordeón” (balón interior-distribución o inversión-para tiro exterior o de nuevo pase dentro).
Eduardo Burgos
Entrenador Superior de Baloncesto
Director del Blog de baloncesto Viveelbasket
A los jugadores y entrenadores nos gusta ganar, pero: ¿ cuándo se gana ?, ¿cómo ?
En demasiadas ocasiones nos distraemos en el pasado: yo antes…, me acuerdo… ; y en el futuro: ganaremos.Tenemos que trabajar en el día a día, todo tiene su proceso y no nos podemos saltar días, saber lo que queremos es importante, pero saber ¿ cómo vamos a caminar ?, ¿ cuándo necesitaremos una pequeña parada para analizar lo que llevamos recorrido ?.
No debemos confundir lo que deseamos con lo que necesitamos, presta a confusión el deseo y la necesidad, por lo tanto, ¿ qué necesitamos para mejorar individualmente y por consiguiente colectivamente ?.
En momentos delicados o cuando las cosas no salen como nosotros queremos, nos acordamos excesivamente del pasado: si hubiera…; o pensamos en el futuro: no me pasará nunca más…
El pasado nos ayuda a entender cosas del presente y el futuro nos puede marcar un objetivo, una meta, un deseo.
Normalmente las cosas se producen por alguna causa, tenemos que trabajar en la misma.El día a día, nos ayudará a mejorar, evidentemente trabajando.Las personas tenemos la tendencia a movernos entre los pensamientos del pasado y del futuro.
Nada se consigue de la noche a la mañana, debemos trabajar sobre el proceso para conseguir la mejora diaria.No intentemos ser lo que no somos, trabajemos para hacer mejores a los demás, para mejorar a los jugadores que entrenamos.
Busquemos la esencia del entrenamiento: hacer mejores personas/jugadores tanto en el aspecto emocional, técnico, físico y táctico.
» La costumbre de ignorar nuestros momentos presentes a favor de los que están por venir conduce directamente a una aguda falta de conciencia del entramado de la vida al que estamos incorporados » Kabat-Zinn.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
Francesc Canals
Entrenador Superior
Director de I am Winners
El autoconocimiento es una de las claves del éxito en todos los ámbitos de la vida. Un buen entendimiento de ti mismo es lo que te hará llegar lejos en tu vida personal, laboral y, por supuesto, también en tu carrera deportiva.
Y es que ser un buen jugador de baloncesto no es una mera cuestión de habilidad. Se requiere mucho esfuerzo y perseverancia para llegar a la cima de este deporte. Pero también es necesario conocer los propios límites y potencialidades para poder sacar lo mejor de ti.
Como en todas las facetas de la vida, en el deporte los buenos resultados se consiguen marcándose objetivos personales realistas y alcanzables. La consecución de las pequeñas metas es lo que realmente mantiene la motivación y asegura una progresión estable y duradera.
Por lo tanto, el correcto desarrollo como jugador de baloncesto no depende solamente de las condiciones físicas, sino también de su progreso a nivel psicológico y emocional. Un buen equilibrio físico y mental es lo que te permitirá dar lo mejor de ti mismo y convertirte en una estrella del baloncesto.
Ir más allá de tus límites:
Pues sí. Que tengas límites no significa que no puedas sobrepasarlos. Del mismo modo que es posible sortear los obstáculos cuando estás andando por la calle, también puedes superar tus limitaciones físicas y mentales. Aunque, por supuesto, eso requiere entrenamiento.
De hecho, llevas toda tu vida superando barreras. El aprendizaje es precisamente eso: un proceso de autosuperación que te permite adquirir nuevas habilidades que emplearás para sobrepasar tus límites y evolucionar como persona.
En la cancha de baloncesto ocurre lo mismo. ¿Te sientes superado por el rival? ¿No eres capaz de anotar desde la línea de 6,75? ¡Ni se te ocurra rendirte! Sigue intentándolo. Verás que al final, a base de constancia y esfuerzo personal, aquello que antes parecía una barrera insalvable ahora será más fácil de conseguir.
De todos modos, como ya hemos dicho antes, debes conocer bien tus capacidades para poder marcarte objetivos sensatos. Es mejor andar despacio pisando firme que correr a grandes zancadas y terminar tropezando. Porque, si tienes dificultades para anotar triples, debes intentarlo una tras otra vez hasta perfeccionar tu técnica y poder así establecerte metas más difíciles.
La superación personal te permite establecer nuevos retos que, una vez alcanzados, harán posible marcarse nuevos objetivos de acuerdo con las nuevas capacidades obtenidas. Así que ya lo sabes. El entendimiento personal es lo que realmente te ayudará a convertirte en el gran jugador que deseas ser.
Explota tus virtudes y trabaja tus carencias:
Todo jugador de baloncesto, ya sea profesional o amateur, tiene carencias y virtudes. Así pues, lo importante para ser el mejor es sacarle el máximo partido a aquello que se te da bien y entrenar esos otros aspectos que más te cuestan.
El lanzamiento a canasta, la velocidad, el salto, la defensa, el dribling… ¡Seguro que destacas en algo! Pues entonces explota esa habilidad y desarrolla todo tu potencial.
Aun así, nunca descuides aquellos aspectos a mejorar. Entrena todas las facetas del juego y mejora en esos ámbitos que no se te dan tan bien. Si entrenas con constancia, puede que incluso logres transformar en una virtud aquello que antes era una de tus carencias.
Coach Lorenzo: el entrenador personal que te hará dar el salto en el baloncesto
Por supuesto, conocerse a uno mismo no es tan fácil como puede parecer en un principio. Es por eso que la figura del entrenador es tan importante. Sin embargo, los entrenamientos de equipo no siempre son suficientes.
Si quieres convertirte en el mejor, debes complementar tus entrenamientos regulares con planes de entrenamiento individualizados que te ayuden a mejorar los aspectos técnicos y tácticos del juego de acuerdo con tus aptitudes físicas y emocionales.
Y, para ello, ¿qué mejor que ponerse en manos de un entrenador experimentado como yo, Coach Lorenzo? Gracias a mi metodología de entrenamiento única, elaboraré un entrenamiento totalmente adaptado a tus aptitudes y objetivos.
Mi extensa carrera me ha llevado a formar parte de equipos tan distinguidos como el F.C. Barcelona, el Joventut de Badalona, el C.B. Cornellà, el Basket Almeda y el Femení Sant Adrià, entre otros.
Durante más de 20 años como entrenador y director deportivo de clubes, he entrenado a equipos profesionales y amateurs. De esta forma, he podido llegar a conocer el baloncesto en todas sus caras, desde las ligas infantiles hasta la alta competición.
Además, esto me ha ayudado a establecer vínculos con mis jugadores, pudiendo así ayudarles en los aspectos psicológicos para que puedan conocerse mejor a sí mismos y progresen en todos los aspectos del juego. No es solo soy un entrenador personal, también un amigo, un compañero. ¡Juntos haremos el mejor equipo!
¡Únete a mis programas de entrenamiento y campus de tecnificación y conviértete en un gran jugador de baloncesto! Si deseas más información, visita mi página web o llámame al +34 667 642 575. También puedes enviarme un email a info@coachlorenzo.com.
No importa lo que digan los demás. Tienes potencial para convertirte en el mejor. Entrena conmigo, con Coach Lorenzo. Estaré a tu lado en todo momento para que saques todo lo mejor de ti.
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