De todos es conocido el conocido “Ataque de rombos” que tanto se pone en práctica en la actualidad por los equipos de Ligas Europeas, ACB y ligas FEB (Adecco Oro, Adecco Plata, EBA, etc).
Al jugador de baloncesto y en especial cuando está en edades de formación hay que enseñarle a establecer una relación especial con su principal acompañante “el balón”, este elemento del juego se va a convertir en un amigo especial con el que siempre tendrá que convivir cada vez que juegue a baloncesto y lo tiene que ver algo así como un amigo íntimo, aunque suene a un poquito exagerado algo parecido a una pareja (novio o novia), al que hay que saber tratar, acariciar, acompañar y tener tal influencia sobre él que lo lleguemos a dominar.
Antes de poner en práctica entrenamientos de un equipo en cualquier categoría, previamente se ha debido confeccionar una planificación de los objetivos que se pretenden conseguir, los contenidos que se van a trabajar y la metodología que se va a llevar a cabo. Obviamente la categoría minibasket (11 y 12 años) no es una excepción y el entrenador, como no puede ser de otra manera, juega un papel transcendental en el proceso de enseñanza/aprendizaje de los jugadores.
En este sentido, aunque existen muchos autores que han publicado distintos modelos de planificación en las diferentes etapas de formación en baloncesto, que pueden servir de referencia a los entrenadores, son estos últimos los que tienen la decisión final sobre qué, cómo y cuándo enseñar un determinado contenido en su equipo en función de las características de sus jugadores y el contexto en el que actúe.
En la categoría minibasket o alevín, donde son muchos jugadores los que se inician en nuestro deporte, le puede surgir la pregunta al entrenador si empezar a trabajar primero la técnica o la táctica o dar más importancia a una que la otra. En nuestra opinión el secreto será saber dar con la “tecla” para poder encontrar el equilibrio entre ambas, buscando ejercicios o tareas que impliquen el trabajo de las dos a la vez. Llegados a este punto, sabemos que no es una labor fácil para el entrenador y, en este sentido, nos decantaríamos por llevar a cabo en buena parte de los entrenamientos tareas globales, juegos modificados o dirigidos.
También consideramos que es una experiencia muy enriquecedora para el niño el desarrollo de una metodología activa, donde los chicos sean los protagonistas y lleven la iniciativa de su propio aprendizaje. Esta forma de trabajo permite mayor transferencia de los ejercicios al juego real, consiguiendo jugadores más inteligentes porque implica mayor comprensión del juego. Por último, también se potencia más el factor lúdico, circunstancia primordial si queremos que los niños sigan motivados con el basket.
Si entramos a valorar que objetivos principales debemos alcanzar en esta categoría en ataque a nivel grupal, en primer lugar deberíamos proponernos que nuestro equipo fuera capaz de realizar un medio táctico colectivo básico ofensivo como “pasar y cortar”. Lo que pretendemos es que después de pasar los jugadores no se queden inmóviles y busquen la opción de ir a canasta para recibir la pelota, dejando también un espacio libre para otro compañero. Al mismo tiempo que se trabaja este concepto de juego, sería aconsejable entrenar también los desmarques hacia la canasta o puertas atrás para enriquecer las posibilidades ofensivas.
Antes de comenzar la casa por el tejado, será imprescindible que los jugadores conozcan la importancia que tiene en el juego una distribución equilibrada de los espacios en la cancha, aprendiendo a jugar en anchura y así evitar uno de los errores más comunes en la iniciación al basket que será que todos los jugadores vayan a por la “golosina”, es decir el balón. En el siguiente video veremos algunos ejemplos que se puede observar muy bien lo que estamos hablando.
http://www.youtube.com/watch?v=AbvwX95SuZw
Entrenador Superior de Baloncesto
Ya está disponible el 2º número de Entrenandobasket, que al igual que el primero, vuelve a venir cargado de contenido del máximo interés para todos sus suscriptores.
En primer lugar, Ángel Manzano, entrenador que se encuentra en África y que cuenta con varios años de experiencia en la cantera del Real Madrid, ha elaborado un artículo muy completo sobre la organización del contraataque y la transición, dentro de la sección “Táctica Ofenisva”. Por su parte, la prestigiosa psicóloga Montse Cascalló, nos habla en la sección correspondiente a la “Psicología del Entrenador”, de cómo tratar a los jugadores que están a un nivel superior del resto del equipo.
El actual preparador físico del Palencia Baloncesto de la Adecco Oro, Daniel Hernández, escribe sobre la forma de trabajar la coordinación y la agilidad en categoría cadete, mientras que el ex entrenador del Cantabria Lobos en su etapa ACB, Quino Salvo, nos da unas pautas a seguir para realizar una buena defensa.
El ex jugador de TDK Manresa y Unicaja, entre otros, y actual seleccionador de Kuwait en categorías inferiores, Jesús Lázaro, ha sido el encargado de escribir en la sección “La figura del Entrenador Asistente”, en la que aporta una extensa opinión sobre cómo tiene que ser la relación entre el primer entrenador y su ayudante. “La técnica individual” del 2º número de Entrenandobasket”, corre a cargo de uno de los técnicos con más recorrido en nuestro país, Gustavo Aranzana, tratando el fundamento del pase y su recepción. Un joven entrenador que actualmente se encuentra trabajando en Dinamarca, Daniel Corona, nos presenta un artículo sobre los objetivos a la hora de elaborar una planificación de un equipo minibasket, dentro de la sección “¿Cómo planificar una temporada según la categoría?”.
Por último, la entrevista correspondiente a este número es a todo un entrenador consagrado y del prestigio de Luis Casimiro, actual entrenador del Baloncesto Fuenlabrada y héroe del título de Liga ACB conseguido por el TDK Manresa en el año 1998.
En definitiva, el 2º número de Entrenandobasket sigue dejando el listón bien alto para todos aquellos que quieran ampliar sus conocimientos sobre nuestro deporte. Si todavía no estás suscrito, te animamos por sólo 1 euro al mes a través del siguiente enlace:
http://www.entrenandobasket.es/?page_id=256
El puesto de base, me da igual lo que otros digan, es la posición más difícil. Personalmente creo que las posiciones en el campo cosifican a los jugadores y no deben ser estrictas, como predica la vieja escuela. Sin embargo, entiendo que en la mayoría de los casos hay que centrarse en las potencialidades de un jugador determinado y explotarlas. Aprender a jugar de base supone un paso más allá que aprender a jugar en otra posición. Es un rol de responsabilidad extrema con lo que pasa en el campo y requiere un proceso de formación largo y para algunos, no para mí, puede resultar tedioso. Los fundamentos técnicos de bote, pase y tiro, la preparación física y otros aspectos son importantísimos, pero si actúan en sinergia con el desarrollo del conocimiento de cómo jugar baloncesto el impacto sobre el juego y sobre el equipo es total.
¿Qué dominan los buenos bases?
- Estudian y conocen a sus compañeros. Entienden dónde son peligrosos, entienden dónde están cómodos o incomodos jugando, entienden las situaciones que el entrenador quiere para ellos. Familiarízate con sus velocidades, con sus movimientos sin balón pero también entiéndelos psicológicamente. El base los “alimenta” para que ellos simplemente hagan lo que mejor saben hacer como puede ser un tiro abierto, una continuación de un bloqueo, un contraataque…
- “Ser el entrenador en la pista”. Nunca nadie me ha explicado el significado de esto, entiendo que consiste en transmitir información al resto de jugadores, en mandar y ordenar el ataque, en ordenar cambios defensivos y llevar a cabo lo que el entrenador tiene en mente como objetivo común.
- Hacer sentir a los compañeros que son importantes, que se apoyen en ti como base si necesitan “encontrarse”, que sientan que estás trabajando para ellos, que sientan que estás pensando en ellos. Comunicación es la palabra. Entendimiento. Diálogo. Si obtienes su confianza, ellos matarán por ti, eso da victorias, forma buenos equipos.
- Ausencia de egoísmo. Un base debe ser un arma ofensiva capaz de anotar. A más capacidad anotadora, más facilidad para centrar la atención en él y poder dividir las defensas, mover las ayudas y obtener una buena ventaja, generar tiros abiertos, etc…. Un base que no encesta desde fuera o un base que no es buen penetrador facilita mucho la defensa sobre los demás jugadores en campo y dificulta el trabajo en esta posición. Se trata de dominar el 2×1 o poner el balón en situaciones donde tus compañeros tengan un 2×1 claro. Para esto es primordial la táctica y la técnica del pase: los cómo, dónde, cuándo y por qué de un pase. No ser egoísta es vital para el equipo y el base en ocasiones tiene que sacrificar sus puntos para propiciar buenos tiros para sus compañeros y un buen equilibrio de todos ellos en el trabajo ofensivo. No olvidemos que hay una delgada línea entre botar demasiado porque no encuentras buenas líneas de pase y pasar por pasar. La gente inteligente entiende esto. Al menos, así lo veo yo.
- Entender el ritmo que beneficia al equipo en función de muchas cosas, como marcador, tiempo, bonus… Todos los jugadores deberían controlar esto pero es el base el motor de arranque de decisiones como jugar lento, jugar rápido, jugar interior…Una vez más hay una delgada línea entre no precipitarse y ser agresivos para matar un partido.
- Liderazgo defensivo. El comportamiento del base, defendiendo al base contrario, es de un impacto total sobre la actitud defensiva del equipo. La mayoría de las defensas parten de la presión al balón. La presión al balón a campo abierto es el trabajo defensivo más duro que existe y un mensaje a tus compañeros de equipo; “me estoy dejando el culo aquí, ¿qué vas a hacer tú?”.
Javier Huertas: @bball4real1
Debemos tener claro que conceptos nos llevan a tratar estas dos palabras, muy utilizadas en equipos de formación y que muchas veces confundimos en los términos.
Haremos una breve reflexión entre los conceptos que entraña esta forma de ataque los cuales son: Contraataque, transición y el seguir jugando. En este orden lo debemos que categorizar dentro de las prioridades de nuestros equipos para así no confundir los objetivos de cada uno de ellos.
El contraataque: siempre que hablamos de este apartado, transitamos por la utilización de una calles no dibujadas en la pista pero si en todos los jugadores y entrenadores de baloncesto, estas calles imaginarias aunque reales nos llevan a una utilización espaciosa de la pista por parte del equipo atacante. Lo cierto es que todos sabemos que el contraataque lo que busca es una superioridad numérica, ya sea con el 2 corriendo por la banda o con este corriendo en vertical hacia el aro contrario. (Diagrama 1)
1. El jugador que recoge el balón debe ser uno lo más cercano al aro por lo tanto diremos que será un pívot (diagrama 2)
2. El jugador que debe recibir, debe ser el base o en su defecto el escolta, donde la prioridad para el saque será jugador más cercano al balón o pase directo siempre que sea 1 o 2 (diagrama 3)
3. Donde se gana la superioridad, hablamos de superioridad numérica, por lo tanto tenemos que tener claro dónde o por donde se tienen que desplazar los jugadores, y si antes hablamos de las calles esa imaginarias vías que nos transportan hasta el objetivo de la canasta contraria y que será donde nosotros sacaremos la ventaja en espacios.
La primera norma es mirar para pasar el balón pero ¿a quién le pasamos el balón? Una vez recibido el balón por parte de 1 o 2 ellos decidirán si pasar el balón a 3 o a un pívot que correrá por el centro, normalmente para realizar una superioridad numérica de 2×1 junto con el 3 lateral, con el defensor de cierre del otro equipo. También tenemos que tener en cuenta que nuestro jugadores 1 y 2 son capaces de desplazarse con el balón rápidamente, si esto sucediese el jugador debe ir por el centro, puesto que esa ocupación de centro daría una cierta superioridad de un 3×1 o 3×2, con la opción de decidir un pase a un jugador solo de los antes mencionados o para finalizar el jugador de balón si procede. (Diagrama 4)
-Tras tiro libre errado: he aquí donde los jugadores y su capacidad de análisis nos dará una ventaja más clara, muchas faltas se realizar para que el equipo rival tenga la opción de realizar unos tiros a canasta, con el consiguiente de que el equipo defensor en este caso, lo que quieren es que sean errados.
Cuando un tiro libre es errado con la opción de rebote, es aquí donde entra el primer concepto claro de cómo realizar un contraataque.
Ya sea en tiro libre o en tiro de campo, aunque se realiza una controversia en la disposición de los jugadores en una u otra situación, siempre se debe de tener unas normas más o menos establecidas como ya antes hemos enumerados tras tiro libre anotado.
La diferencia es que ahora con el balón en el aire cualquier jugador puede ser el que capture el balón, opciones:
4 o 5 cogen el rebote, opción de pasar al jugador más cercano siempre que sea 1 o 2, con desplazamiento de jugador exterior lado contrario, hacia lado de balón. (Diagrama 5)
3, 2 o 1 cogen el balón, la primera opción será mirar un pase a un compañero, ya sea sin haber votado o tras bote, “tras bote es importante, puesto que hablamos de milésimas de segundo, y pueden ser unos metros que nos hagan ganar esa ventaja “. (Diagrama 6)
Solo hablamos en este caso sobre las salidas puesto que es lo más importante, para realizar un contraataque rápido, como normas diremos:
-Jugador que recibe balón utilizara el medio para poder dividir mejores pases y tener más opciones.
-Jugadores exteriores que no reciben pero que están en lado balón, correrán calle lateral, pegado a la banda para “hacer la pista lo más grande posible y estar más liberado de una posible defensa de balance”.
-Jugador 3, este jugador depende de su posición en la pista y hacia donde vaya el balón;
Si el balón es recibido en lado contario el correrá hacia banda contraria y en diagonal para habilitar un pase en la banda de lado balón. (diagrama 8)
Diremos que los jugadores interiores, en el contraataque casi siempre, con diversas excepciones por la capacidad atlética que atesoran muchos grandes pívots, no son los encargados de finalizar este tiempo de ataque, puesto que entendemos, que la capacidad en velocidad física de los jugadores exteriores son mayor, que los interiores y por lo tanto llegaran antes a canasta contraria.
LA TRANSICIÓN
Toda transición viene por un intento fallido de contraataque o lo que es lo mismo el “plan B”, normalmente este concepto viene a proseguir lo ya realizado en el contraataque, pero como ya hemos añadido anterior mente que los jugadores exteriores serian en un 80-90% de las veces los finalizadores del contraataque ahora es donde los jugadores altos tienen una mayor implicación y si cabe importante para sus entrenadores.
Decimos estos porque la inmensa mayoría de los entrenadores utilizan a los pívots para este concepto de ataque, ya sea en forma de BD (diagrama 9) o en forma de posible desajuntes llegado en carrera el defensor grande del equipo contrario (diagrama 10).
Tomando como referencia estos dos ejemplos, haremos una serie de posibles movimientos rápidos donde la situación de los pívots y su trabajo serán importantes para una posible canasta o si cabe intentar un tiro claro o ventajoso.
Situaciones:
Vamos a decir algunas pautas que son errores a tener en cuenta en este tiempo de juego rápido:
Seguir jugando
Una vez que no hemos vencido con las dos opciones anteriores a nuestro contrincantes debemos tener ese (plan C) antes se menciono las reglas de FIBA y si es cierto muchas veces los entrenadores nos instauramos en un dinámica de sistemas de juego complicados con múltiples acciones y excepciones las cuales muchas veces no tenemos tiempo para que en el trascurso de la posesión sean eficaces.
Sabiendo donde poder sacar ventaja en un 5×5 todo el seguir jugando será más beneficioso para nuestro equipo, diremos que con situaciones que ya hemos explicado pero con algo más somos capaces de mover la defensa contraria, tanto como para sacar una ventaja y hay poder castigarla.
Qué buscamos:
ACLARADOS
VENTAJAS POR CAPACIDADES
Para finalizar os propongo la pregunta que todos nos debes de realizar que es
¿Qué clase de sistema queremos utilizar en el periodo entre los 8 y 16 segundos? Realizar un análisis y os daréis cuenta que no tenemos más tiempo para proponer un ataque en nuestro juego ofensivo el cual nos permita sacar una ventaja.
Carlos Cardeñas
Entrenador Superior de Baloncesto
Para culminar la serie de ejercicios que le ví practicar a Luis Requena en su entrenamiento con los cadetes de Maristas de Córdoba, os transcribo un ejercicio de entrenamiento para trabajar las salidas de contraataque 3c3, realizado en recorridos de ida y vuelta a toda la cancha.
SALIDAS DE CONTRAATAQUE DE 3C3
Este ejercicio que os presento y algún otro mas que iré publicando en los próximos días se lo he visto practicar a mi amigo y gran entrenador cordobés Luis Alberto Requena con su equipo cadete masculino de Maristas de Córdoba en la mañana de hoy.
El jugador nº1 tras su trabajo de dominio de balón, pasa el balón al alero al jugador nº5 que a su vez pasará el balón al jugador nº7 colocado en poste bajo. Este puede hacer un movimiento de piés de espaldas al aro o devolver el balón al jugador nº5 para que este tire o penetre a canasta con o sin fintas previas (son las tres opciones de culminación que según las indicaciones de Luis Requena realizaban los jugadores en el entrenamiento).
Actualmente, por la evolución que ha tenido el baloncesto en los últimos años, la preparación física del jugador está tomando una gran importancia.
El baloncesto moderno está caracterizado por la rapidez en el juego, siendo cada vez más habitual un mayor número de ataques rápidos y contraataques. Por tanto, los jugadores necesitan unas altas demandas de velocidad, ya que en la mayoría de las acciones del juego se producen cambios de ritmo, aceleraciones, y situaciones de juego muy variables en las que los jugadores deberán reaccionar de manera rápida ante ciertos estímulos. La capacidad para realizar un tiro de forma rápida, reaccionar ante un pase o realizar un desplazamiento más rápido que tu rival podrá condicionar el resultado final de un partido.
Podemos definir velocidad como la “facultad para recorrer o hacer recorrer al conjunto o una parte del cuerpo la mayor distancia posible en el menor tiempo posible, teniendo que luchar únicamente contra su propia masa” (Pradet, 2001).
La velocidad es una cualidad de carácter complejo, que se encuentra determinada por el factor muscular, el factor nervioso, el factor cognitivo y el factor volitivo (motivación y actitud en los entrenamientos). Esta capacidad está muy determinada por la herencia genética, pero también es mejorable a través del entrenamiento.
Pautas para el entrenamiento de la velocidad:
A continuación, exponemos una serie de pautas para entrenar la velocidad con nuestro equipo:
· Se entrenará con situaciones de corta duración con una intensidad máxima (100%).
· Los ejercicios deberán de ser motivantes, para que los jugadores se esfuercen al máximo.
· Podemos incluir recuperaciones activas entre las repeticiones (tiros libres, manejo de balón suave…).
· La recuperación entre cada repetición deberá de ser completa.
· Se trabajará la velocidad al inicio de la sesión sin que los jugadores estén fatigados.
· Se realizarán varios ejercicios en lugar de uno solo con muchas repeticiones.
· Para realizar trabajo de velocidad los jugadores deben estar en un buen estado de forma para evitar cualquier tipo de lesión.
Podemos distinguir tres tipos de velocidad, que son la velocidad de reacción, la velocidad gestual y la velocidad de desplazamiento.
En el presente artículo nos centraremos en la velocidad de reacción, que podemos definirla como la “capacidad de iniciar una respuesta motriz a un estímulo en el menor tiempo posible”.
Dentro de la velocidad de reacción podemos diferenciar la velocidad de reacción simple, que es la “capacidad de reaccionar ante un estímulo ya conocido”, como el salto inicial al comienzo de un partido, o el acto de darte la vuelta rápidamente para cerrar el rebote cuando un compañero grita “tiro”.
Y la velocidad de reacción compleja, que podemos definirla como “la capacidad de reaccionar ante estímulos cuya naturaleza no se conoce con precisión, ni el momento de su aparición”. Por ejemplo en un partido de baloncesto el reaccionar ante un pase que da un rival y queremos cortarlo, el reaccionar ante un tiro para coger el rebote (no sabemos con exactitud hacia dónde va a ir el balón) o remplazar el espacio libre que un compañero a dejado al cortar hacia canasta.
Como podemos observar, en baloncesto la mayor parte de los estímulos son visuales y el menor tiempo de reacción ante ellos puede condicionar nuestro resultado.
A continuación proponemos un ejercicio para la mejora de la velocidad de reacción simple. Un jugador se situará en medio de cuatro conos (numerados del 1 al 4) y tendrá que desplazarse rápidamente hasta ellos según la indicación que le diga su compañero, situado delante de él.
Se realizarán 1 serie de 5 repeticiones con un minuto de descanso entre ellas.
Vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=antFl3jMNIs
Por último, proponemos un ejercicio para la mejora de la velocidad de reacción compleja. Dos jugadores se sitúan en paralelo mirando hacia la canasta, el entrenador les lanzará desde atrás el balón, en el momento en que los jugadores lo vean deberán de salir a por él, el primero que lo coja atacará y el otro tendrá que defender.
Podemos variar la posición desde la que salen los jugadores (de pie, sentados, tumbados…).
Una variante de este ejercicio, tal y como se puede ver en el vídeo, es que el jugador defensor se coloca dentro de la línea de triple mirando a la canasta, por su parte, el atacante se sitúa fuera de ella con el balón, lo lanzará y deberá ir a por él para atacar.
Como vemos, estos dos ejercicios se adecúan más a situaciones reales de partido, en las que tenemos que reaccionar rápidamente según el movimiento del balón, el cual no sabemos hacia donde se va a dirigir.
Realizaremos 2 series de 6 repeticiones, con 1 minuto de descanso entre repeticiones y 3 entre series.